el cantante puertorriqueño Luis Fonsi deleito anoche al público del Festival de Viña del Mar con sus baladas románticas, en un concierto que rompió todos los corazones de la Quinta Vergara, la sede del festival.
Tan meloso como siempre, Fonsi encandiló al auditorio femenino pertrechado con una elegante corbata de tonos rojos y azules, combinada con una armilla gris y camisa blanca, con unos tejanos que rompían la seriedad del conjunto.
"Me encantaría escuchar cantar el 'monstruo' conmigo. ¿Se atreven?", incitó el boricua a los espectadores, que rápidamente se animaron a corear la famosa canción "Abrazar la vida".
Siguieron sus temas más populares, como "Imagíname sin ti", "Nada es para siempre" y "Tu amor", que dejó a todas las chicas enloquecidas con una interpretación de lo más dulce.
En uno de los intentos de Fonsi para acercarse al auditorio, en el que estaban desplegadas pancartas dedicadas al cantante hasta con peticiones de matrimonio, una de sus seguidoras más histéricas casi le arrancó un brazo con sus tirones para lograr tocarlo.
Mientras regalaba a los oídos femeninos palabras de amor, Fonsi dejó a más de un reguetonero aburrido, esperando la actuación del maestro del género, Daddy Yankee, que seguiría con la fiesta de la quinta noche en la Quinta Vergara.
El puertorriqueño,se llevó las antorchas de plata y de oro, y la gaviota, el máximo galardón viñamarino.
Y luego llegaría el jefe como el se autotitula....
El cantante puertorriqueño de reguetón Daddy Yankee puso a "perrear" al Festival de Viña del Mar con un espectáculo de baile, luz y color que hizo vibrar a los más de 15.000 espectadores que colmaron la Quinta Vergara, sede del certamen.
Daddy Yankee ideó una puesta en escena acorde con la parafernalia que lo rodea, y fue presentado a través de la pantalla gigante por el popular presentador televisivo Don Francisco, que avisó a la gente sobre lo que se venía: "Lo van a pasar de lo mejor con lo mejor del espectáculo urbano".
El artista apareció en una plataforma que se alzó desde debajo del escenario, envuelta en humo, con la mirada desafiante entre los gritos histéricos del graderío.
Entonó "Machucando", acompañado por un grupo de nueve febriles bailarines, junto al resto de la banda, donde había, a parte de los instrumentos habituales, un DJ con una mesa de mezclas.
Sonaron "Nuestro amor se acabó", "Mayor que yo" y "Qué tengo que hacer", con la que consiguió que más de 30.000 brazos se movieran al son de la música.
Daddy Yankee, quien no cesó de autoproclamarse "the big boss" y el "jefe", puso patas arriba la Quinta Vergara con "Pose", tema que forma parte de la banda sonora de la película "Talento de barrio", interpretada por el boricua.
Siempre sin salir del reguetón, Daddy Yankee eligió un repertorio donde combinó canciones más melódicas, reguetón puro y duro y también compases de rap, muchas veces improvisado y mencionando a Chile y su público.
Uno de los instantes más especiales se dio cuando el artista pidió dejar el recinto a oscuras e instó a los espectadores a alzar sus teléfonos móviles, que dieron una iluminación única a la Quinta Vergara.
Luego vinieron "Rompe" y "Somos de calle", una canción dedicada a los barrios humildes latinoamericanos, de donde él es originario.
En la segunda parte del 'show' llegaron los temas más coreados por los espectadores, como "Lo que pasó, pasó", "Llamado de emergencia" y "Ella me levantó".
Tras casi una hora y media de espectáculo, Daddy Yankee dijo adiós y se retiró del escenario entre la petición desesperada de la gente, que no quería irse a casa.
Los músicos de la banda también se quedaron en sus posiciones, dispuestos a tocar una última canción, aunque el 'rey' del reguetón decidió que había sido suficiente. Son las reglas del 'jefe'.
Para hoy la noche del cierre, anuncia a Marck Anthony.........
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